TÃtol : |
Una historia sencilla |
Tipus de document : |
text imprès |
Autors : |
Leonardo Sciascia |
Editorial : |
Barcelona : Tusquets |
Data de publicació : |
2002 |
Col·lecció : |
Fábula núm. 180 |
Nombre de pà gines : |
78 p. |
Dimensions : |
20 cm |
ISBN/ISSN/DL : |
978-84-8310-795-9 |
Idioma : |
Castellà (spa) |
Classificació : |
N Narrativa adults (en català i castellà) |
Resum : |
Esta historia sencilla es, en realidad, una historia complicadÃsima pese a su brevedad, una novela policÃaca siciliana con fondo de mafia y droga, aunque jamás se nombra ni la una ni la otra. Todo empieza con una llamada telefónica a la policÃa comunicándole el aparente suicidio de una persona. A partir de ese momento, de r epente, la historia va creciendo, se dilata, se embrolla sin dejarnos ni un instante de reflexión. Ante la proliferación de los hechos, no sólo nosotros, los lectores, sino también el único personaje -el inspector- que en la novela busca la verdad , nos vemos llevados a activar nuestros reflejos en el mÃnimo tiempo posible, tiempo que puede reducirse, como en una de las más memorables escenas de la novela, a una fracción de segundo. Este es tal vez el riesgo extremo que se concede a un autor de la talla de Sciascia que siempre, hasta un mes antes de su muerte en 1989, cuando entregó este libro a su editor italiano, se obstinó en «sondear escrupulosamente en las posibilidades que quizá todavÃa le queden a la justicia». |
Una historia sencilla [text imprès] / Leonardo Sciascia . - Barcelona : Tusquets, 2002 . - 78 p. ; 20 cm. - ( Fábula; 180) . ISBN : 978-84-8310-795-9 Idioma : Castellà ( spa)
Classificació : |
N Narrativa adults (en català i castellà) |
Resum : |
Esta historia sencilla es, en realidad, una historia complicadÃsima pese a su brevedad, una novela policÃaca siciliana con fondo de mafia y droga, aunque jamás se nombra ni la una ni la otra. Todo empieza con una llamada telefónica a la policÃa comunicándole el aparente suicidio de una persona. A partir de ese momento, de r epente, la historia va creciendo, se dilata, se embrolla sin dejarnos ni un instante de reflexión. Ante la proliferación de los hechos, no sólo nosotros, los lectores, sino también el único personaje -el inspector- que en la novela busca la verdad , nos vemos llevados a activar nuestros reflejos en el mÃnimo tiempo posible, tiempo que puede reducirse, como en una de las más memorables escenas de la novela, a una fracción de segundo. Este es tal vez el riesgo extremo que se concede a un autor de la talla de Sciascia que siempre, hasta un mes antes de su muerte en 1989, cuando entregó este libro a su editor italiano, se obstinó en «sondear escrupulosamente en las posibilidades que quizá todavÃa le queden a la justicia». |
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